El primero, ex intendente de Salvador Mazza, fue destituido en el 2013 luego de que fuera descubierto en un cabaret a metros de la cancha de Juventud Antoniana en un operativo policial de trata de personas.
Cabe recordar que Villalba tambien se encuentra imputado por asociación ilícita, fraude y usurpación. En el 2019 se postuló para intendente por el Frente de Todos, a pesar de la imputación que pesaba en su contra. Sin embargo, lograron hacer que se bajara de su candidatura.
Aunque en las últimas elecciones Villalba logró ser electo, lo que lo habilita a ocupar nuevamente un cargo público, en Salvador Mazza, esta vez como concejal.
En tanto, Arnaldo Ramos estuvo vinculado a hechos de violencia y a videos que mostraban chicas menores de edad siendo acosadas en un boliche bailable a su cargo y actualmente llega al Concejo Deliberante capitalino.
La situación que atraviesa la política salteña resulta preocupante, más cuando se trata de representantes que a pesar de las imputaciones hacen sus arreglos políticos, como de costumbre, y retornan con total naturalidad a ocupar cargos públicos.
