Para Claudio Mohr, presidente de Saeta, fue una “sorpresa” enterarse que la chofer involucrada en la muerte de una pasajera hace una semana volvió a protagonizar un nuevo accidente de tránsito el lunes por la tarde. “Nos habían dicho que estaba con parte médico pero nos dimos con la novedad que (la chofer) nuevamente estaba conduciendo, cuando entendemos que no debería haber estado conduciendo, que se debería haber usado cualquier herramienta: licencia o asignación de otra tarea temporal para que no estuviera frente al volante hasta que estuviera más tranquila y en condiciones para volver a manejar”, manifestó Mohr.
Si bien el funcionario provincial prefirió mantenerse prudente con las declaraciones hasta tanto lleguen los resultados de las pericias judiciales y de la aseguradora, comentó que tiene la confirmación informal de que se trata de la misma conductora de la semana pasada. No mencionó si la administradora del servicio de transporte aplicará alguna sanción a la empresa de colectivo Alto Molino.
Mohr desestimó el reclamo de choferes para que se cambie de lugar la lectora de tarjeta que está ni bien se sube a las unidades, donde estaba la mujer que se cayó y luego murió) dado que considera que se trata de una “interna gremial” de un grupo y no de todos los choferes. “No hay un lugar ideal para las máquinas porque antes cuando estaban detrás del conductor los choferes se quejaban de que no podían ver si la gente pagaba o no, mucha gente realmente no pagaba”, señaló, al Tribuno.
De acuerdo a Claudio Mohr, lo sucedido es un hecho totalmente desafortunado y ha generado una terrible desgracia, pero dijo que a nivel general “no es el común denominador del día a día de Saeta”, que tiene más de 600 coches y 2.300 conductores, en algunos casos las 24 horas o todo el día.
Sobre la inflexibilidad en los horarios, aclaró: “Nosotros no pedimos sanción en ningún caso para conductores que se demoran en la vuelta, si alguien tiene una sanción por este tema pido por favor me la acerque porque Saeta no la pide”.
Y analizó en torno a la multiplicidad de cortes por reparaciones de calles; manifestaciones, muchas veces varias en simultáneo y todos los días; otros accidentes en los que no participan los colectivos, por lo cual los recorridos se tienen que desviar muchas veces. “En el único caso que se sanciona es cuando la vuelta se hizo más rápido de lo estipulado porque ahí claramente hay un exceso de velocidad”, indicó.
Se pueden “compensar” las demoras
Por lo general, las demoras se dan en el micro y macrocentro, pero luego, de acuerdo a Claudio Mohr, titular de Saeta, “el tránsito es mucho más relajado en los diferentes barrios y calles del resto de la ciudad, por lo cual se puede ir compensando el tiempo”.
Mohr mencionó que el gremio de la UTA que dirige Miguel Barrera planteó muchas veces situaciones puntuales del recorrido que después se trabajan en conjunto con las empresas. “Cuando debimos atender casos y hacer modificaciones las hemos hecho, esto hace que el sistema de transporte sea dinámico en todos sus componentes”, precisó.
