Femicidio Laura Rodríguez: un testigo declaró que escuchó a la víctima pidiendo auxilio a los gritos

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Prestó testimonio el exyerno. El fué quien el 12 de mayo de 2021 acompañó a la damnificada a la finca en La Falda, donde fue ultimada a puñaladas.

Ayer se desarrolló la tercera jornada del juicio seguido contra Darío Germán López, alias “Antuco” (43), por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género y por ensañamiento y alevosía, en perjuicio de Laura Nancy Rodríguez, y por coacción con arma, en perjuicio de Brian Argañaraz, en concurso real.

La audiencia de debate se llevó a cabo en la Sala II, presidida por la jueza María Victoria Montoya Quiroga.

En primer término  brindó su declaración Brian Argañaraz. Al momento del hecho, el joven era pareja de una de las hijas de la víctima y residía en la casa de Nancy Rodríguez, en La Merced.

El testigo sostuvo que se dirigieron hasta el lugar en la moto de la nueva pareja que tenía en ese momento Rodríguez. Ella le pidió que la acompañara a buscar verduras y él accedió. Eran como las 20. Argañaraz manifestó que no sabía que López estaría allí, esperándola. Al llegar, el imputado lo saludó bien, le dio la mano. Ambos se adelantaron. Iban conversando mientras él los seguía. Llegaron a un potrero donde debían juntar unas zanahorias. Él se puso en esa tarea y López le dijo: “Ya volvemos, vamos a buscar una bolsa”.

El imputado y Nancy se alejaron, desapareciendo de su vista. A los cinco minutos aproximadamente escuchó los gritos de su suegra: “¡Brian, Brian!”. Argañaraz dijo que corrió, tropezó en una zanja y se le cayó el celular que había sacado para usar la linterna porque estaba oscuro.

Al llegar al lugar de donde provenían los gritos, vio las siluetas: Rodríguez estaba arrodillada y López estaba parado a su lado. Él la tenía agarrada de una mano y ella estaba encorvada hacia delante. La cabellera le cubría la cara. Con la mano libre se agarraba el estómago. Le pedía a López que la soltara, lloraba y se quejaba.

El testigo manifestó que le pidió al imputado que la deje, pero él lo amenazó diciéndole que “lo iba a cagar matando”. Argañaraz indicó que el acusado sostenía algo en la mano y le hizo un gesto como apuntándolo. Él no distinguió qué tenía, pero supuso que era un arma. Entonces se paralizó un momento y luego salió corriendo. Se dirigió directo a la casa de la víctima, en La Merced, para buscar a su pareja (hija de Nancy Rodríguez).

Argañaraz afirmó que le pidió que lo acompañara urgente, sin darle detalles de lo que acababa de presenciar. Ambos corrieron hacia la finca. Cuando llegaron, ya había policías en el lugar.

El exyerno de la víctima contó que Nancy había denunciado a López y que, a raíz de eso, él había sido detenido. Manifestó que, cuando salió de la cárcel, el acusado se fue a vivir a otro lado pero igualmente se veían a las escondidas.

Ella le había contado que se quería separar de López y que solo seguía con él por sus hijos. El testigo refirió que presenció discusiones entre ambos, casi siempre por celos de él hacia ella, que ya tenía otra relación. Pero nunca vio agresiones físicas.

Dijo que una vez López le mostró dos armas de fuego tipo revólver que tenía escondidas en la casa.

Consultado por la defensora del imputado, Argañaraz aseguró que la noche del hecho no había otras personas presentes en ese sector de la finca donde se produjo el ataque a Rodríguez.

Durante la tercera jornada también declaró una licenciada en trabajo social que entrevistó a la víctima en la fiscalía de Cerrillos, cuando Rodríguez radicó denuncia contra López por amenazas.

La testigo refirió que la mujer se encontraba muy angustiada. Le contó que había iniciado una relación con otra persona desde hacía casi dos años, que López sabía y que no lo aceptaba. Precisó que ella le había pedido al imputado que se retirara del domicilio (residían en casa de la familia de Rodríguez) pero él se negaba. Expresó que la relación era insostenible.

La damnificada le dijo a la profesional que tenía miedo porque él le había dicho que la iba a matar “con dos chumbos”.

En el informe realizado en aquel momento, la testigo señaló que existían conductas de control y de celos por parte del acusado. Rodríguez ya había denunciado a López en 2003, por hechos de violencia.

Durante la jornada declararon además dos efectivos policiales y dos peritos del CIF. Uno de ellos hizo referencia a las muestras de ADN de la víctima halladas en prendas de vestir del acusado. La ropa fue encontrada en el lugar del hecho y presentaba manchas de sangre.

El juicio se reanudará el lunes 28, con la declaración de los últimos testigos. A su término, está previsto que las partes expongan sus alegatos.

Por el Ministerio Público interviene la fiscal penal de la UFEM, Mónica Poma. La defensa del acusado está a cargo de Santiago Pedroza y Valeria Pohl.

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