Así lo afirmó la Dra. María José Miranda, curadora oficial de la provincia, luego de realizar una visita institucional al lugar. El Hogar San Rafael Arcángel de Cerrillos, continúa sin las mejoras que la justicia autorizó en marzo pasado.
Luego de interponer una acción de amparo para que se amplíe y mejoren las condiciones básicas de las personas que residen en el Hogar, la curadora de la provincia, María José Miranda, documentó en su última visita, las pésimas condiciones en las que siguen viviendo 26 jóvenes con discapacidad que están judicializados.
La curadora oficial María José Miranda presentó una demanda de amparo donde se ordena a la provincia de Salta la inmediata refacción, ampliación y acondicionamiento en el Hogar San Rafael Arcángel de Cerrillos (marzo de 2022)
La funcionaria, afirmó por FM Profesional que la cocina solo cuenta con una hornalla, no hay agua fría, ni caliente en los baños y el estado de las condiciones eléctricas representa un peligro para los habitantes. En la misma línea, dijo que por el estado en el que se encuentra este lugar, el hogar no se puede categorizar y muchos de los jóvenes no tienen ni siquiera una pensión.
Datos del año. 2020
En el año 2020 Miranda, habla presentado un proyecto donde incluía nuevas habitaciones y baños para los residentes, además de una dependencia con vestuario específico para los operadores que trabajan en el lugar.
El requerimiento de Miranda se originó por la falta de espacios adecuados para el alojamiento y tratamiento integral de las personas afectadas en su salud mental.
Así mismo la curadora también planteó en aquella oportunidad a las autoridades de la Provincia la necesidad de actualizar el monto que recibe la fundación San Rafael Arcángel, que administra el Hogar.
“El Hogar San Rafael es el único en la provincia que recibe a personas con retraso mental profundo, de todas las edades.”
La situación del hogar continúa siendo precaria ya en el 2020 Miranda explicaba que algunos chicos no tenían habitaciones, por lo cual dormían en el living y no poseía baños para varones ni para el personal por lo que todos compartían su uso.
La curadora oficial tiene el rol de supervisar el cumplimiento de los derechos de las personas afectadas en su salud mental. Una de sus responsabilidades es realizar visitas periódicas a las instituciones donde se alojan.