Un amigo del profesor salteño Benítez contó que lo obligaron a presenciar la autopista

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También aseguró que la Policía les cobró 280 pesos bolivianos para trasladar una muestra de sangre. En Salta, preparan una movilización en memoria del docente salteño.

Alejandro Benítez era un docente jubilado, oriundo de la localidad salteña de General Mosconi, que había ido junto a un grupo de amigos a pasar sus vacaciones en Bolivia. El jueves pasado, mientras circulaba por una ruta en su motocicleta, fue embestido por un camión a la altura de Ivirgarzama, en Cochabamba, lo que le provocó serias heridas.

Según los testigos del hecho y sus acompañantes, tanto el camionero que lo chocó como el personal de fuerzas de seguridad y del Centro Médico de Ivirgarzama que intervinieron se negaron a llevarlo hasta un Centro Médico de mayor complejidad porque les exigieron pagar por anticipado y en dólares o pesos bolivianos los gastos de traslado de la ambulancia.

Emanuel Suares Reynaga, uno de los amigos que vacacionaba junto a Benítez, habló con Infobae y contó que, al momento del accidente, tuvieron la fortuna de que “justo pasaba por el lugar una ambulancia” que trasladó al jubilado a un centro de salud de la zona. Los problemas ocurrieron después.

 

Según el relato de Suares Reynaga, al llegar a ese hospital les dieron un listado con medicamentos que debían comprar para atender a Benítez. Entonces, juntaron el dinero que tenían encima y salieron a recorrer farmacias. “No conseguimos todos los medicamentos pero en el hospital nos dijeron ‘ah, bueno, el resto lo ponemos nosotros’. Pensándolo en frio, eso nos da la pauta de que en realidad siempre tuvieron los medicamentos”, conjeturó el hombre. Para entonces había pasado cerca de una hora.

Luego, aseguró el turista, en el hospital le informaron que debían derivar al paciente a otro de mayor complejidad para lo cual le pidieron que pague el costo del traslado en ambulancia, equivalente a 1000 pesos bolivianos. Suares Reynaga y sus amigos tenían en ese momento unos 40 mil pesos argentinos (el doble de lo que debían abonar), pero las autoridades del centro sanitario no aceptaron la moneda argentina y le recomendaron ir a alguna casa de cambio.

“Hasta que vaya a buscar los pesos bolivianos, mi compañero puede morir”, se quejó el argentino. No hubo caso. “Después encontré tres casas de cambio, pero ninguno me quiso cambiar”, siguió su relato.

Suares Reynaga regresó resignado al hospital y continuó la discusión. Se le ocurrió ofrecer su moto a cambio de que le autorizaran el traslado. “Para eso, ya eran dos horas que Alejandro agonizaba”, recordó. Finalmente, en el hospital dieron lugar a su pedido y convocaron una ambulancia. “Pero cuando llegó Alejandro falleció de un paro cardiorrespiratorio”.

Posteriormente, sucedieron otras cosas que indignaron aún más a los argentinos. Suares Reynaga contó que, una vez confirmado el deceso de Benítez, les quisieron cobrar para trasladar el cuerpo. Luego, debieron pagarle a la Policía: “Nos cobró 280 bolivianos en concepto de que tenían que mandar una muestra de sangre a la ciudad de Cochabamba. ¿Para qué? No sé”, contó en diálogo con este medio.

Y agregó: “Después le pregunté a una enfermera y me dijo que la Policía jamás nos tendría que haber cobrado nada, que las muestras de sangre y todo lo relacionado al cuerpo lo hacen ellos”.

Además, Suares Reynaga aseguró que los obligaron a ser testigos de la autopsia de rigor. “Nunca nos dieron la explicación de por qué debíamos presenciar la autopsia. Solamente nos dijeron que nosotros éramos testigos y teníamos que estar presentes”, dijo.

Nos metieron en una habitación, que no era una morgue porque no tiene frío y nos hicieron ver todo el procedimiento. Obviamente, un médico forense o un enfermero está acostumbrado a ver estas cosas, pero nosotros no. Y menos al ver que era nuestro amigo a quien estaban abriendo con una sierra. Fue algo horrible”, acotó y dijo que incluso también le hicieron abonar algunos elementos utilizados en el procedimiento, como gasas.

Los amigos de Benítez reclaman justicia, “y que esto cambie porque cualquier turista puede volver a sufrir lo que sufrimos nosotros”, finalizó Suares Reynaga.

El fallecimiento del docente caló hondo en su provincia natal y para este domingo en las redes sociales se convoca a una movilización. Será un “motorazo” que se realizará en el Monumento al General Martín Miguel de Güemes de la ciudad de Salta, a partir de las 14.

Fuente: Infobae

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