Cinco días después del crimen del colectivero Daniel Barrientos (65) en La Matanza, y tras el escándalo por el violento y desmedido operativo para detener a dos choferes que en las protestas agredieron al ministro de Seguridad, Sergio Berni, la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) que encabezó los operativos ahora realiza controles a pasajeros con requisas, cacheo de armas y pedido de documentos.
Los más de 15 efectivos vestidos con ropa de camuflaje detienen a las unidades sobre la Ruta 3, a la altura de Laferrere, y obligan a los pasajeros a descender. Les hacen apoyar las manos contra el colectivo, los palpan de armas, requisan las mochilas y les piden documentos, en una imagen más que polémica de cara a mostrar acción en torno a la lucha contra la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires.
Con conos sobre el kilómetro 27 de la Ruta 3, el “cuerpo de elite” que responde a Berni, conformado por hombres y mujeres detiene a los colectivos y solo hace bajar a los pasajeros hombres. Las oficiales mujeres piden a los pasajeros que abran sus mochilas, mientras que los hombres los cachean.
Lejos de generar enojo, el insólito operativo fue celebrado por muchos pasajeros que hasta justificaron el cacheo. “Vivo en el kilómetro 45, no hay Policía, me robaron cuando bajé del colectivo, tendría que hacer más policías”, dijo un pasajero obligado a descender en diálogo con el canal TN.
Otro pasajero celebró la medida: “Está bueno, es necesario, tendrían que ser más seguidos. Es necesario que lo hagan siempre, no que se olviden”. Más allá de que algunos pasajeros están de acuerdo, el tipo de control genera polémica.
“No es constitucional porque no es razonable. Es un operativo que si bien tiene como objeto preservar la seguridad, es un objetivo constitucionalmente posible, los medios que se están utilizando no son los más idóneos. Están limitando de forma irrazonable el ámbito de la intimidad y privacidad de las personas”, señaló el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez.
“Este tipo de limitaciones tiene que estar argumentada y no puede ser arbitraria. Hay otros medios para intentar lograr el mismo objetivo que son muchas más idóneos y menos restrictivos de los derechos de las personas, más allá que muchos lo acepten de buena gana”, completó el letrado que remarcó que se trata a los pasajeros como “eventuales sospechosos”.
La crisis por la falta de seguridad en el conurbano estalló el lunes a la madrugada, cuando delincuentes mataron al colectivero Daniel Barrientos, que estaba a punto de jubilarse y motivaron una fuerte protesta de los choferes de colectivo, en especial los que trabajan de noche y de madrugada.
Los operativos de la fuerza de elite bonaerense que responde a Berni generaron repudio de diferentes dirigentes. “No es con operativos que todos saben dónde están, armados para la TV, como se resolverá el terrible desmadre de la inseguridad en el conurbano. Las autoridades tienen que trabajar articulando fuerzas nacionales y provinciales con los mapas calientes, dentro de los barrios”, cuestionó el diputado Alejandro Finocchiaro, de Juntos por el Cambio, referente del PRO en La Matanza.
“No necesitamos shows, anuncios ni sobreactuaciones. Lo que hace falta es gestión y sobre todo la fuerte decisión de enfrentar al delito, ponerse del lado de los vecinos. Hay que establecer un verdadero sistema de seguridad supervisado por centros de monitoreo”, agregó.
Néstor Pitrola, de la izquierda, habló de una intimidación a los pasajeros. “La Bonaerense después del operativo brutal contra los choferes, ahora cacheando a los pasajeros varones. Intimidación a la población, aprovechan para militarizar. Cero solución a la inseguridad”, criticó.
Hasta hubo un exdiputado opositor que habló de “progres asustados” y comparó los operativos con los que realizaba el ex represor Miguel Etchecolatz. Lo dijo el mendocino Enrique Thomas: “No hay peor fascista que un progre asustado. Kicillof y Berni montan un supuesto ‘operativo de seguridad’ al estilo Etchecolatz: requisas, cacheos, detenciones arbitrarias, etc. Están perdiendo donde se creían inderrotables y acuden a un show tan inconstitucional como inútil”, lanzó.