Los acusó de discriminar en la provisión y valores que ofrecen a los mercados de cercanía, “por donde transita más del 60% del consumo de los compatriotas”, según explicó el secretario de Comercio, Matías Tombolini.
El secretario de Comercio, Matías Tombolini, fue el encargado del equipo económico de ponerle hoy el pecho al dato de inflación del 7,7% de marzo y, en particular, al 9,7% que aumentaron los precios en el rubro “Alimentos y bebidas”.
El funcionario atribuyó parte del problema a factores imponderable como la sequía, la ola de calor de marzo y la gripe aviar, pero también cargó las tintas sobre los “formadores de precios” y los acusó de discriminar precios entre supermercados e hipermercados, por un lado, donde cumplieron las pautas del programa “Precios Justos”, y los mercados de cercanía en los que los acusó de incumplir groseramente lo acordado y exhibió una serie de comparaciones de precios que demostrarían esa conducta.
Alimentos y bebidas
“El 9,7% que conocimos en alimentos y bebidas tiene que ver también con el rol de los formadores de precios. Con el programa de Precios Justos establecimos un sistema de acuerdos, en donde invitamos a los formadores de precios a que sean parte de la solución y no parte del problema. Sin embargo, estamos viendo que el comportamiento de estos formadores de precios en términos del cumplimiento en los hipermercados es correcto, pero incumplen en los comercios de cercanía, allí adonde transita más del 60% del consumo de nuestros compatriotas”, dijo Tombolini en un tramo de su breve exposición.
“Mientras que en los programas de precios éstos se movieron un 5,1% en los comercios de cercanía estos precios se movieron 11,8%. Está claro que los formadores de precios no están cumpliendo con los acuerdos que hemos celebrado de manera voluntaria”, dijo el funcionario, quien dijo que “el curso de acción que llevaremos adelante es claro: por un lado, avanzaremos en los acuerdos de precios con los exportadores, que tendrán acceso al dólar diferencial para que cumplan con precio y abastecimiento en lo que tiene que ver con las economías regionales, que selecciona la Secretaría de Agricultura”. Además, aseguró que el gobierno fortalecerá “la rigurosidad en la fiscalización de los formadores de precios trabajando con municipios y provincias, como lo venimos haciendo”.
“Junto con la nueva administración del Mercado Central vamos a mejorar los controles y el trabajo con los formadores de precios en frutas, verduras y hortalizas. Necesitamos que allí también se acaben los abusos de los formadores de precios”, subrayó el secretario de Comercio, quien explicó que “el objetivo central sigue siendo defender el poder de compra de aquellos que viven de un salario.”
Al tiempo que hablaba, Tombolini exhibió que mientras bajo las pautas del programa de Precios Justos “los formadores de precios” proveyeron de leche parcialmente descremada a supermercados e híper por $234,70, “en el mismo mes en los mercados de cercanía estos formadores de precios ofrecían los productos a 288,17, un 22,78% más”.
Del mismo modo, dijo que el pan de molde en rodajas finas era vendido a $487,40 en el canal de super e hipermercados, pero a $ 774,83 a los comercios de cercanía, un 58,97% más. Y que la brecha en el caso de la mermelada de naranja de 454 gramos era de $348 a 458,90, un 31,87% más.
El funcionario había comenzado su presentación señalando, con cierto aire compungido, que la inflación de marzo “es un dato que nos duele, y somos conscientes del impacto que esto genera en el bolsillo de los argentinos”.
La agenda contra la inflación
Al respecto, recordó que el ministro de Economía, Sergio Massa, asumió el cargo “entendiendo la inflación como un fenómeno multicausal, planteó una hoja de ruta clara que hace sentido en el orden fiscal, la acumulación de reservas y los programas de precios. Sin embargo, entendemos que esto hasta aquí no ha sido suficiente”.
A continuación, explicó que marzo es un mes “estacionalmente alto” en materia inflacionaria, porque “rubros como educación, indumentaria y también hoteles y restaurantes presentan un aumento por encima de lo que resulta habitual en el comportamiento mensual”.
Además, distinguió entre causas no controlables y controlables. “Hay aspectos en los que podemos mejorar y otros en los que no tenemos control. Por ejemplo, en alimentos, la peor sequía desde 1922, la ola de calor más fuerte desde 1906 para un mes de marzo y la gripe aviar impulsaron en 2,1% el índice”, señaló.
“Pero el 9,7% que conocimos en alimentos y bebidas tiene que ver también con el rol de los formadores de precios. Con el programa de Precios Justos establecimos un sistema de acuerdos, en donde invitamos a los formadores de precios a que sean parte de la solución y no parte del problema”.