Hugo Kogan, el inventor del Magiclick, falleció a los 88 años

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Recibió infinidad de premios por sus innovaciones durante décadas, legado que seguirá en hogares e industrias. Fue jefe de diseño en Philips, Tonomac y en Aurora, donde nació el Magiclick. Sus desarrollos llegaron incluso a grandes máquinas textiles, electrónica, hardware, electromedicina y equipamiento ferroviario.

La invención era tan importante como comer”. Esa frase lo describe en vida y obra. Dueño de una creatividad infinita, Hugo Kogan, el inventor del Magiclick, falleció a los 88 años. Entre las distinciones que adornaban sus oficinas,  recibió tres veces el Diploma al Mérito de los Premios Konex por sus diseños industriales, por las mejoras que alumbró en hogares y empresas, un legado que lo hará inolvidable cada vez que se hable de diseño industrial en la Argentina.

Amante de la escultura y el dibujo, la quiebra de la fábrica de juguetes de madera de su padre le provocó un antes y un después en su vida. Cambió el arte por la arquitectura. Cursó dos años de técnico mecánico y poco a poco empezó a desarrollar procesos y materiales innovadores.

“Un regalo para 104 años y para llegar al corazón”, rezaba la publicidad de Auroclik, el primer Magiclick que se promocionaba por televisión. Kogan había nacido el 12 de junio de 1934, fue autodidacta y creador de la carrera de diseño industrial.

“Desde muy chico inventé. Fue una época donde la producción después de la invención era para mi tan importante como comer”, declaró en una entrevista en Telenueve hace 4 años. “Lo que yo fui produciendo o fabricando tenía valor en la medida que los otros lo miraran con el mismo afecto que yo”.

A lo largo de más de 50 años de trayectoria creó pequeños y grandes electrodomésticos, equipos de electrónica, máquinas textiles industriales y familiares, entre otros objetos como radios, bicicletas, linternas, máquinas de coser. Desprendido, Hugo Kogan reconoció que regaló todo para evitar problemas familiares.

Cuando analizó el futuro, el inventor subrayó: “Cuando vi lo que venía sentía que se me venía el mundo abajo. Porque era tan complejo lo que yo imaginaba que podía suceder que me aterrorizaba”, expresó Kogan en la entrevista. Este autodidacta que para en 1955 ya diseñaba y creaba en las oficinas de diseño de Philips, pasó Tonomac y Aurora Grundig. Tuvo que pasar ocho años desde sus inicios para crear el célebre Magiclick en 1967. Un estudio de mercado vaticinaba que el primer mes se iban a vender cinco mil unidades, pero el boom fue tal que recibieron pedidos por 80 mil.

El arte también lo llora

El Malba, a través de su cuenta de Twitter expresó: “Con tristeza despedimos al diseñador Hugo Kogan (1934-2023), quien dedicó su vida a jerarquizar la industria nacional: diseñó televisores, radios, linternas, equipamiento médico y hasta inventó el icónico Magiclick, aliado de los hogares y emblema de nuestro patrimonio afectivo”.

Por su parte, el Fondo Nacional de las Artes también se hizo eco de la noticia y lo hizo saber en la misma red social: “Despedimos con profundo pesar a Hugo Kogan, referente muy destacado y muy querido del Diseño argentino y Premio Trayectoria FNA 2018”.

La fundación sin fines de lucro IDA, dedicada a la investigación, archivo y difusión del diseño argentino posteó: “Con profunda tristeza despedimos al diseñador Hugo Kogan. Uno de los principales referentes del diseño argentino, que tuvo además la generosidad de acompañar este proyecto desde sus inicios”.

El país despide de pie a uno de los inventores más prolíferos que tuvo nuestro país y que disfrutó el mundo Adiós, Hugo Kogan.

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