La empresa de juguetes Hasbro cierra sus puertas en la Argentina

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Desde el sector creen que el bajo poder adquisitivo de los consumidores y el volumen del mercado habrían influido en la decisión.

Tras la oleada de empresas internacionales que se retiran del país, llegó el turno de otro gigante: Hasbro, una de las compañías de juguetes más grandes a nivel global. La noticia se dio a conocer el viernes por la tarde en el Boletín Oficial, el cual establecía que la empresa resolvió disolver anticipadamente la sociedad.

La historia de la marca estadounidense en el país tiene sus vueltas: llegó por primera vez en 1996 y permaneció en el territorio por cinco años. Desde 2001 y hasta 2014 sus productos fueron comercializados por la empresa Cebra, hasta que en 2016 decidieron volver a la Argentina.

Daniel Dimare, director de marketing de juguetes Rasti, quien estuvo en la comisión de la Cámara Argentina del Juguete (CAIJ) y actualmente es socio de esta, comentó sobre Hasbro: “Siempre tuvo relaciones de amor odio con la Argentina. En la década del 90 abrieron su filial acá y duraron poco. Después dejaron sus marcas para que las importe una importadora nacional que además tiene cadena de jugueterías. Hace unos años, volvieron a intentar con su propia filial, y ahora se van dejando la distribución exclusiva a la nacional Wabro, y la producción de juegos bajo licencia de marcas de Hasbro a fabricante local”. Por el momento, no fue posible comunicarse con la compañía.

La compañía es mundialmente conocida por fabricar juegos como el Monopoly, Play-Doh, Jenga y más, además de contar con las licencias para productos de Star WarsDisney Marvel.

Además de la historia complicada de la marca en el país, Dimare estima que la intención puede radicar, también, en volver al core de su negocio, para lo que necesitan financiarse. “Acaban de malvender la productora de contenidos, creadora de Peppa Pig, que habían comprado en US$4000 millones. La vendieron a una décima parte de lo pagado (menos de US$400 millones)”, explica.

Dimare también cree que un problema en empresas de la envergadura de Hasbro y Mattel, como ejemplos típicos de la industria del juguete internacional, es la dificultad para adaptarse al mercado de la Argentina, que en comparación con su estructura e idiosincrasia, es muy chico. “Es lo mismo que le pasó a Lego, que huyó despavorida, y algo similar le pasó a Mattel”. En el caso de esta última, la empresa sufrió fuertes restricciones a la importación de sus productos en 2011, cuando la AFIP determinó que habían cometido infracciones aduaneras.

La Argentina, por su volumen de mercado, inconvenientes para importar y bajo presupuesto de la población para la compra de juguetes, no les rinde a esas mega corporaciones. Igualmente, a Hasbro no le está yendo bien a nivel mundial. Están reduciendo su personal en un 15% globalmente por la caída de sus ventas”, concluye el director de Rasti.

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